Según revela Forbes, haciendo referencia a los datos obtenidos de una encuesta realizada por Deutsche Bank en 2021, concluye que más del 75% de los inversores opinan que sus inversiones deberían contribuir a un futuro mejor para el planeta.
Por ponernos en contexto, según Wikipedia, “Se denomina Inversión Socialmente Responsable (ISR; SRI – Socially Responsible Investing), a la inversión que no solo considera la rentabilidad, sino también considera el impacto social o medioambiental.
A los fondos de inversión que siguen este criterio ISR o los Criterios ESG (Environmental, social and governance, o Factores ambientales, sociales y de buen gobierno que forman parte de los balances financieros de una organización) se los llama fondos responsables.
Qué son los Criterios ESG y para qué sirven
Las Siglas ESG, que reponden a “Environmental, Social y Governance”, hacen referencia a los factores que determinan que una compañía que sea y responda a criterios sostenibles.
Estos factores pasan a formar parte de los balances financieros de una organización, a través del compromiso social, ambiental y de buen gobierno de la misma, teniendo en cuenta obviamente los aspectos que afectan a la rentabilidad de la entidad.
Se consideran criterios ambientales ESG las actividades empresariales que tienen un impacto positivo en el medio ambiente.
Entre los criterios sociales podemos encontrar las acciones relacionadas con los Derechos Humanos, promoción de la diversidad y la inclusión, etc.
El área que afecta a los criterios de Buen Gobierno, son los relacionados con la cultura corporativa, procesos de gestión, cumplimento normativo, etc., que se dan dentro de la organización.
Los fondos ESG dan respuesta a la demanda de los inversores, que cada vez están más concienciados con el impacto de la actividad empresarial en el entorno.
Si bien es cierto, que debido a una creciente demanda de los mercados, existen más opciones de fondos basados en criterios sostenibles y responsables, como son, entre otros, los Green Bond – modelo de financiación Verde y los Principios de Ecuador, estos últimos sirven como marco común para instituciones financieras, para identificar, evaluar y gestionar los riesgos ambientales y sociales en operaciones de financiación de proyectos.
En relación con los Green Bond, en junio de 2020 se publicó el documento: “Una taxonomía de actividades sostenibles para Europa”, se describe su influencia sobre el futuro estándar de bono verde europeo y su previsible desarrollo futuro.
La Comisión Europea creó un grupo técnico de expertos El Technical Expert Group on sustainable finance (TEG), a los cuales encargó elaborar una estrategia de la UE para las finanzas sostenibles, este grupo tiene el mandato de desarrollar recomendaciones para el establecimiento de criterios técnicos que determinen aquellas actividades que contribuyen a la mitigación y adaptación al cambio climático, sin que estas afecten de manera significativa al resto de objetivos medioambientales de la UE.
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